lunes, 28 de diciembre de 2020
miércoles, 4 de noviembre de 2020
Tao
Sé que mi sonreir tendrá brillo jamás
Si tú estás lejos de mí,
Si yo estoy lejos de tí.
Poco importa si el sol reina,
O el gris de la tormenta arrecia,
Si las aguas están en calma,
O ruge bravío el maremoto…
Poco importa si la jventud me adorna
O la vejez me cerca,
Si la belleza me resalta
O la fealdad me tortura,
Si el amor me seduce
O la soledad me besa….
Poco importa pues…
Sufro tu ausencia en medio del todo
Gozo tu presencia en medio de la nada.
Y todo mi vivir es encontrarte
Asentando mi pie en tu huella incierta
Que si todo lo poseo menos tú
Es como ser dueña de la nada
Que si me posees en mi hilo fundamental
Todo -aún la nada- tiene sentido,
Y ahí llegará, yo sé que llegará
La maravillosa sinfonía de la vida.
Entre risas y llantos
¡Tantos rostros atesorados en mis pupilas!
He navegado en la vida
surcando mil mares existenciales…
Ciudades altas y modernas,
Ciudades bajas y coloniales.
.casas ricas de lujos ostentosos
Ranchos inmisericordes de necesidades ciertas.
Polvo de campos áridos y mezquinos,
Viruta provechosa de pletóricos sojales….
Y en cada rincón de los mundos
Pobres o ricos
Niños o ancianos
Profesionales, empresarios,
Empleados, jornaleros…
Blancos, negros, cimarrones…
Siempre gentes que rie, siempre gentes que llora.
No hay prototipo de vida feliz.
La alquimia de la felicidad,
si es que tal vez sea un rastro.
una huella en el mar incierto…
si es que es. si es que existe,
está en la complejidad
de ese universo… que es nuestra mente
Ternura
Tus besos de rocío y miel
Visten mis labios de tu intimidad
Ese secreto, divino tesoro
Que tu alma supo engendrar.
Tus besos de rocío y miel
Me cuentan sobre tus días de soledad
Tus luchas, tus búsquedas e insatisfacciones
Que hoy despiertan tu cuerpo a amar
Tus besos de rocío y miel
Untan a los míos de tu sabor:
Tus pensares, tus sentires, tus vivires…
Que trae tu paso a mi corazón
Tus besos de rocío y miel
Me hablan de tu historia hasta mí
Tus horas, tus días y años
Cuya esencia poco a poco comprendí
Tus besos: silenciosa melodía de amor
El dulce y dificil arte de ser uno mismo
No siempre la mayoría tiene la razón.
No siempre la opinión de muchos tiene mayor peso que la de pocos…
Y tal vez la de uno solo.
Pensar y sentir diferente a los demás no siempre es locura…
Creer en sí mismo a pesar de hacerse incomprensible no siempre es soberbia.
Puede suceder que nos topemos con experiencias que nos hagan comprobar los límites de las convicciones forjadas desde nuestra crianza.
No todo encaja en los moldes, en los estereotipos, en los paradigmas…
No siempre encajamos en todo. Incluso a veces podemos no encajar en absoluto.
¿Acomodarse a pesar de todo, tal vez inspirados por el miedo a la soledad?
¿O ser fiel al propio espíritu?
Arriesgarnos a la soledad y apostar por lo auténtico de nuestras almas suele traernos la riqueza existencial más grande, que es el amor…
Y la gratísima libertad de ser, de ser simplemente lo que somos…
Ecos
Amor:
Sé que lo sabes
y sabes que lo sé,
pero nunca demás estará
pronunciarlo al reciento de tu alma…
Te amo.
Y que el eco de estas palabras breves
retumbe en las aristas de tus días,
y que mi voz, escuchada y recordada,
tiña de fulgor el blanco de tu vida.
Amor:
Sé que lo sabes
y sabes que lo sé.
Te amo porque me amas
y me amas porque te amo.
Pues esto tan tuyo y tan mío
es tan nuestro…
más que almas gemelas,
almas enriquecidas
por un amor siempre en estreno
Esperanza viste gris
Atardece.
El firmamento gris se reviste violeta…
empapa mi alma de nostalgia mortal
Cielo plomizo, vida plomiza
¿Cuándo arreciarán los vientos purificantes
despejando la húmeda cavilación de lo confuso?
¿Cuándo el austero frío de la verdad
disipará entre sus dedos firmes
el asfixiante vapor de la sugestión?
Atarcede
Los nubarrones devoran los nocturnos luceros
y se encienden levemente, con timidez.
Noche insípida, vida insípida.
¿Cuándo asomará su dorada frente
el sol, en la cálida línea del horizonte?
¿Cuándo el día dictará a mi oído
la vital frase que regale sentido
a los acontecimientos pasados, a los sueños futuros,
y a la interminable rueda de rutinas
que giran y giran
en lo que cada día denominamos «hoy»?
¿Cuándo?
Anochece.
La lucha de mi alma continúa
tratando de no naufragar en el sopor
del sin sentido.
Mientras tanto cierro mis ojos
y me acuno en las olas de Morfeo.
Como sea, mañana, sin poderlo evitar
amanecerá.
Otro amancer, estrena oportunidad.
Ahora… a dormir.
Umbral
¿Cruzar o no cruzar?
¿Arriesgar a la entrada
o arriesgar al retroceso?
¿Qué será de mí si ingreso?
¿Qué será de mí si claudico?
Es tan tímida la luz residente
que muestra apenas nada de lo que promete.
Huele a vida, a verdor, a renacer…
esconde su poder en un sugestivo «ven».
¿Creer o no creer?
Sí, creo. En realidad creo.
Pero cruzar el umbral…
¿Por qué mis pies devienen en plomo
y sigo prometiendo dar el paso que no doy?
¿Y tú sigues creyendo en mí? ¿Esperando
tal vez allí dentro?
Respiro.
sí, sigues creyendo en mí;
esperando
en algún lugar
más allá del umbral
El Uno
Aquello que está ahì, y es «aquello»
Aquello mío, propio, único… Uno…
ese «algo superviviente de profundos naufragios
en que los fracasos desgarraron el existir.
¿Cumple tus sueños! ¿Constrúyete! ¡Elije tu vida!
Pero…
Los sueños incluyen una zona indomable
que puede estar tanto fuera como dentro
de esa evanecente frontera del yo.
A veces no sabes por qué lo intentas para la nada
mientras otros lo consiguen como si nada…
Pero…
¿A quién engañamos? ¿A quién queremos engañar?
¿Quién nos engaña? ¿Por qué someternos al engaño?
Al engaño de creer que no existe el fracaso,
o que, al menos, no debiera existir.
Y ahí queda el «Uno», sobreviviendo.
¡No! No es la nada: es el Uno.
Uno mismo.
Si tu mirara me nihiliza
no es porque mi uno sea vapor de nada,
es porque tus ojos son vapor de vanidad
incapacitados de percibir «eso que està alli»,
que está en tí y está en mí:
el Uno en su médula, al desnudo.
el yo despojado de títulos y adjetivos.
El Yo Soy… sin nada más que eso.
Yo soy, y en algún punto
no importa nada más
viernes, 10 de abril de 2020
Dar el Paso: el desafío de la Pascua
Volvamos a nuestras tumbas. Es posible que entre muchas cosas, Dios esté también allí: como un bello sueño de juventud que en algún momento “sentimos” y que luego, en algún momento, simplemente quedó allí: en el pasado.
en el lugar y en el tiempo apropiados
destruye lo malo y nos libera,
así muchos dolores de nuestras vidas
pueden transformarse en el paso salvador de nuestras existencias, a condición que sepamos ubicarlos en el lugar preciso en nuestra experiencia.
No podemos volver el tiempo atrás y cambiar aquella experiencia dolorosa que nos bloquea, pero sí podemos cambiarla de significado, y con eso de limitante pasa a ser dinamizadora.
Semilla de Resurrección. Pero este paso es más que un proceso psicológico: es espiritual.
Cuando veamos este cambio imposible y las fronteras de nuestra mente cerradas, recemos como Jesús: Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu...¡Y